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A continuación te proporcionamos una serie de consejos  muy  sencillos de seguir que te ayudarán a saber cómo cuidar  tus lentes de contacto, llevándolas de la forma más cómoda y segura posible.

 

  • Lávate las manos cuidadosamente con jabón y sécalas antes de manipular las lentes de contacto.
  • No utilices agua del grifo, ni otro tipo de agua, con las lentes de contacto ni para limpiar tu estuche
  • Frota y enjuaga tus lentes antes y después de cada utilización. Consérvelas en su estuche con su solución de mantenimiento.
  • Tapa siempre el frasco de la solución de mantenimiento tras haberla utilizado.
  • Vacía por completo el estuche de las lentes todos los días, no lo rellenes.
  • Después de cada uso, lava el estuche de las lentes con la solución de mantenimiento, sécalo con un pañuelo de celulosa y deja que se seque por completo al aire, sin cerrarlo y puesto boca abajo sobre un trozo de celulosa.
  • Sustituye frecuentemente el estuche de las lentes de contacto por uno nuevo, idealmente todos los meses.
  • Si usas lentes de un solo uso, tíralas después de haberlas utilizado.
  • Quítate las lentes de contacto si sientes dolor o incomodidad continua o si notas que tu visión es borrosa, y consulta inmediatamente a tu óptico-optometrista.
  • No duermas con las lentes de contacto a menos que tu contactólogo telas haya adaptado para este uso.
  • Trata de no utilizar las lentes de contacto para nadar, a menos que lleves gafas de natación (o en caso de que utilices lentes de contacto de un solo uso y las deseches inmediatamente después).
  • Recuerda que las lentes de contacto y la solución de mantenimiento han sido seleccionadas específicamente para ti y para tus ojos. Si tienes necesidad de algún cambio, no lo hagas sin consultar antes a tu óptico- optometrista.